SEVILLA

CICLO VITAL - RETOÑOS


Hoy, pasando por la Avenida de la Constitución me lleve una gran alegría.
Andaba yo preocupada con las declaraciones de Chaves respecto al arboricidio cometido en esta avenida.
Suena muy fuerte la afirmación “Se les ha terminado su ciclo vital” es como jugar un poco a ser Dios
Hombre, yo entiendo que de alguna manera tenia que justificar el atropello de su compañero Monteseirín, pero… un Presidente, máximo representante de una Comunidad Autónoma, del calibre de Andalucia, creo que debe medir un poco las palabras y su alcance.
Pero mira, es que no, no es Dios, y… no se les había terminado su ciclo vital, eso si, da pena ver como luchan por sobrevivir y decir este es nuestro sitio, estamos aquí.
He contemplado como están rebrotando, la mayoría, desde el insignificante tocón y espacio que les han dejado.
Me llamo muchísimo la atención y también me dio muchísima lastima que en la Plaza Nueva, delante mismo de Caja Madrid uno de los naranjos, talado casi a ras del suelo, con un trozo de viga encima aplastándolo y un alcorque enladrillado asfixiante, asoma por debajo unas hojitas, de verdad, me ha impresionado. Es un grito a la vida ¡No quiere morir! ¡Quiere vivir!
Nuestros antepasados que amaban y respetaban la naturaleza y sobre todo los árboles, estoy segura que le hubieran quitado el peso de encima y seguro le habrían buscado, al menos, un entorno agradable.
El Ginkgo biloba que sobrevivió a la monstruosidad de Hiroshima se le considera el árbol de la Esperanza. Este naranjo que rebrota después de ser talado y en un entorno tan hostil creo que deberíamos considerarlo el árbol del “coraje”
La tala de tantísimos árboles ha sido un crimen y si es verdad que piensan poner un toldo por esa avenida creo es una aberración de mal gusto, no puede sustituir el arbolado y mucho menos acompañarlo.- Rosa Maria Guallart Laguarta